Una de piratas

Diario de a bordo.

Día 56
Después de perder mi tripulación y vagar durante mas de 6 lunas sin un rumbo definido empiezo a dudar de mis propias facultades mentales y de la autenticidad de ese trozo de tela que me a traído hasta aquí. Apenas queda aguardiente y empiezan a escasear las ratas en la bodega.

Día 59
Mi padre me dejo muy claro desde niño que jamas hay que hacer caso a una sirena, pero cuando llevas meses en el océano su cantar te retumba en la cabeza y saben como adueñarse de tus pensamientos. He estado a punto de cometer una locura que hubiese puesto en peligro mi embarcación, por eso me e cortado las orejas.
Día 64
El silencio absoluto es la peor de las torturas y empiezo a pensar que debería regresar a casa. En un ataque de ira prendí fuego al mapa pero este no arde por completo, es como si estuviese cubierto de algún extraño producto que lo hace resistente al calor, a excepción de un pequeño fragmento que si que ha desaparecido. Tengo la esperanza de que pueda tratarse de un nuevo emplazamiento del tesoro y no anda muy lejos de aquí, al alba me dirigiré hacia allí.
Día 65
Es el mejor día de mi vida, realmente se trataba de un nuevo emplazamiento, tarde todo un día en llegar pero valió la pena.. nunca mis ojos habían visto algo parecido se trata de un tesoro único y tan grande que jamas podre llevármelo conmigo, así que sencillamente disfrutare de el todo lo que pueda y regresare a casa.